La polémica Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Vuelta Ostrera -sobre la que pesa una orden de derribo- se mantendrá en pie hasta que exista una alternativa. Un 'plan b' que, incluso, podría pasar por la continuidad de la depuradora en su actual ubicación. Así lo ha explica el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras la reunión mantenida en Madrid con la ministra de Medio Amnbiente, Isabel García Tejerina.
En dicho encuentro de trabajo el jefe del Ejecutivo regional trasladó a la ministra la necesidad de evitar la demolición de Vuelta Ostrera mientras no exista otra opción y ha destacado el "balón de oxígeno" que ha posibilitado el Tribunal Supremo al pedir tres alternativas, una de las cuales ha adelantado que puede ser el mantenimiento de la instalación actual "En el plazo de un año se presentarán tres opciones posibles, pero lo que está claro es que no se va a derribar sin que haya algo alternativo, porque sería un desastre ecológico", ha explicado.
Recordar que la depuradora de Vuelta Ostrera costó 24 millones de euros, encargándose del saneamiento de las aguas del Saja-Besaya. A instancia de una denuncia de ARCA, en el año 2005 el Tribunal Supremo ordenó su demolición por invadir el dominio marítimo público terrestre. Para ello, estableció con ARCA y las administraciones afectadas un calendario para ejecutar la sentencia con el objetivo de encontrar una alternativa antes de que se consumase la demolición de la actual instalación.
Se estima que la inversión necesita para demoler la actual Vuelta Ostrera y construir una nueva costaría en torno a 87 millones de euros.