El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ha declarado finalizado el convenio de acreedores del grupo Sniace -Sniace, Celltech y Viscocel-, y procede a la apertura de la fase de liquidación, lo que conlleva la suspensión de las facultades de sus directivos y el nombramiento de los liquidadores.
En el auto, el magistrado comunica su decisión de reponer como liquidadores a los administradores concursales que gestionaron el grupo hasta entre 2013 y septiembre de 2015 cuando se formalizó el convenio de acreedores, los economistas Jose Luis Ramos Fortea y Pedro Juan Vilella Xampeny. Según se detalla, estos dos expertos disponen de un plazo de quince días para presentar un plan para la realización de los bienes y derechos integrados en la masa activa de las entidades concursadas.
Además, la decisión del juzgado supone que se producirá el vencimiento anticipado de los créditos concursales aplazados y que empezarán las operaciones de liquidación.
La dirección de Sniace comunicó el pasado 13 de febrero a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que iba a solicitar al juzgado su liquidación, así como la de sus filiales, por no poder hacer frente a los compromisos de pago con sus acreedores. En esa comunicación se detallaban las distintas acciones realizadas por el consejo de administración para intentar mantener la empresa, tales como el aumento de capital, la búsqueda de inversores o la renegociación de la deuda concursal con diversos acreedores.
Estas operaciones tenían por objeto el saneamiento patrimonial y financiero de Sniace así como la aplicación de los planes de inversión, aunque la "drástica caída" de los precios de la celulosa, de la fibra viscosa y la resolución anticipada del contrato con Cogen Energía España habría malogrado estas operaciones. "Dichas situaciones han desincentivado el interés por parte de cualquier inversor y han truncado la evolución de la actuaciones que se estaban llevando a cabo para el saneamiento financiero de Sniace", explicaba la empresa. Por ello, aseguraba que ello hacía imposible mantener la viabilidad financiera de la compañía y atender sus obligaciones de pago, por lo que abocaba a Sniace a solicitar su liquidación.
Sniace producía celulosa y otros productos químicos y sus acciones en bolsa cotizaban a 0,046 euros cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores suspendió su cotización.
