Durante la jornada de hoy se ha realizado un simulacro de escape químico en Solvay que simuló un hipotético escape de amoniaco en Solvay, con una ficticia nube tóxica concentrada en el barrio de Duález que obligaría a desalojar parte de la fábrica y a confinar a los vecinos, alertados por megafonía y a través de las redes sociales del Gobierno de Cantabria. Un simulacro en en el que, finalmente, se descartó el uso de la sirena de emergencia de la fábrica, a petición expresa de la propia empresa, para evitar generar alarma entre la población.
El ejercicio práctico ha permitido poner a prueba los planes de emergencia internos de Solvay ante un accidente de estas características, y la capacidad de reacción, coordinación y tiempos de respuesta de los servicios autonómicos y nacionales frente a una catástrofe de estas dimensiones: los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Protección Civil, 112 Cantabria, bomberos municipales, policía local, Cruz Roja y el personal de las empresas. En total, casi 70 profesionales han intervenido en el simulacro de esta mañana, que era seguido 'in situ' por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la consejera de Presidencia, Paula Fernández.
Revilla destacaba la importancia de la prevención y la coordinación entre los diferentes servicios y cuerpos de seguridad para poder responder de manera "rápida y eficaz" cuando se produce una situación de emergencia. “Estas cosas son importantísimas. No ha ocurrido nunca nada, pero puede ocurrir. Nadie es ajeno a que haya un acontecimiento de este tipo y todas las empresas tienen que extremar las prevenciones para cuando ocurran cosas como esta”, dijo Revilla después de visitar el Puesto de Mando Avanzando (PMA), instalado en el campo de fútbol de Rinconeda, en Polanco.
Por su parte, Paula Fernández Viaña ha recordado que este tipo de simulacros vienen recogidos en el decreto que regula los Planes de Emergencia Exterior, aprobado en 2018, y ha señalado que el objetivo es estar preparados para “adelantarse a la emergencia real” cuando esta se produzca.
Para poner en práctica la capacidad de respuesta de los equipos, una empresa contratada al efecto plantea una casuística desconocida, incluso para quienes coordinan la intervención en el centro de mando, y va aportando datos del suceso en tiempo real. “Así vamos reaccionando y preparándonos para la vida real”, ha señalado Fernández Viaña.
La consejera ha explicado que el de hoy es uno de los simulacros que, hasta el próximo 1 de octubre, se realizaran en diferentes empresas químicas de Cantabria para optimizar la reacción de los efectivos de emergencia en caso de que se produzca una crisis de estas características. Entre los diferentes supuestos que pueden darse en estos casos (dispersión de nube inflamable, dardo de fuego, bola de fuego, incendio de charco, explosión no confinada, sobrepresión y nube tóxica), en la empresa Solvay se ha reproducido un escenario de fuga instantánea de gas inflamable con generación de incendio.
El ejercicio ha consistido en la recreación de un escape tóxico y la delimitación de las zonas de actuación, tal y como se recoge en los Planes de Emergencia Exterior: puesto de intervención dentro de la empresa, PMA en las inmediaciones donde se ha producido el escape, y el Centro de Coordinación Operativa (CECOP), en el que reside la dirección y coordinación de todas las operaciones propias del plan y que se constituye en la sede del 112.
En él han participado personal técnico de la Dirección General de Interior del Gobierno de Cantabria, responsables de la empresa, personal sanitario del 061, bomberos autonómicos y municipales, agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, y periodistas de la Oficina de Comunicación del Gobierno regional. También se moviliza a técnicos del Centro Investigación del Medio Ambiente y de la Dirección General de Salud Pública.
También han presenciado el simulacro los alcaldes de Torrelavega, Javier López Estrada, y de Polanco, Rosa Díaz, y el embajador de Bélgica en España, Marc Calcoen, entre otros.
Cómo debe actuar la población
El Gobierno aprobó en 2018 el decreto que regula los Planes de Emergencia Exterior, que son necesarios para prevenir y mitigar las consecuencias de los posibles accidentes graves que se puedan originar en determinadas empresas de Cantabria. Además, establecen las medidas de protección más idóneas, los recursos humanos y materiales necesarios y el esquema de coordinación de las autoridades, órganos y servicios que deben intervenir en caso de emergencia.
En caso de accidente de escape químico, las medidas de protección más seguras son las tendentes al confinamiento y la autoprotección de las personas en los edificios más cercanos, donde se recomienda permanecer a la población hasta la resolución de la emergencia. Además, se aconseja cerrar puertas y ventanas y no utilizar aparatos de ventilación exterior para evitar la entrada de posibles gases tóxicos. También es importante no usar el teléfono, salvo que sea estrictamente necesario. Solo en caso de emergencia, llamar al 112.
En este tipo de sucesos, la información sobre la emergencia debe seguirse a través de los medios de comunicación y seguir las instrucciones y recomendaciones dadas por las autoridades a través de los canales y perfiles oficiales en redes sociales.