Las obras de construcción del nuevo puente sobre el río Saja, a su paso por Ruente, empezarán en primavera y concluirán antes de que llegue el próximo invierno. Esa es al menos la previsión que maneja el Gobierno regional, que ha licitado ya el proyecto con un presupuesto de 1,1 millones de euros.
El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, junto con el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, ha visitado hoy Ruente para realizar un balance de las actuaciones llevadas a cabo por el Ejecutivo regional para restablecer los daños provocados por las inundaciones que afectaron a este municipio, en particular, y a todo el Valle de Cabuérniga, en general, el pasado mes de enero.
Revilla ha querido tener este “gesto” con los vecinos de la zona para reiterarles el apoyo y la solidaridad del Gobierno de Cantabria y anunciar nuevas inversiones que ayuden a restituir la situación y eviten que se produzcan episodios similares. “La prueba es lo que hemos invertido y lo que vamos a invertir sin que todavía hayamos recibido compensación del Gobierno de España. Ni llega el dinero ni hay presupuestos, pero el Gobierno de Cantabria no para. Quizá no podamos hacer las cosas que hacíamos antes, pero sí que cualquier emergencia se solucione de forma inmediata”, ha dicho.
Por su parte, José Luis Gochicoa ha explicado que, una vez publicada en el Boletín Oficial de Cantabria la licitación del nuevo puente, el siguiente paso será la adjudicación del proyecto “en febrero o marzo” y, finalmente, el comienzo de las obras, que prevé para los meses de primavera. “Vamos a hacer todo el esfuerzo posible para que el puente esté acabado antes del próximo invierno. Es una solución francamente buena y Ruente y la comarca se lo merecen”, ha enfatizado el consejero, que, además, ha puesto en valor la construcción, “en tiempo récord”, de la pasarela peatonal que, provisionalmente, facilita el acceso a Monte Aa y permanecerá instalada hasta que llegue la “solución definitiva”.
Por otro lado, ha detallado otras de las actuaciones que su departamento ha realizado en este municipio para reparar los daños causados por las riadas, entre ellas la estabilización del argayo y el arreglo del tramo de carretera afectado por el corrimiento de tierras, donde se han invertido ya más de 4 millones de euros. Asimismo, se ha referido al acondicionamiento del camino entre Sopeña y Monte Aa, efectuado por el Servicio de Vías y Obras para dar solución a los ganaderos, y también a la pavimentación de varios viales en Barcenillas y la mejora del entorno de La Fuentona, un espacio “muy importante cultural y turísticamente” para el municipio y al que el Gobierno y el Ayuntamiento han destinado cerca de 300.000 euros.
En el acto también han estado presentes, entre otros, los consejeros de Presidencia, Paula Fernández; de Educación, Marina Lombó, y de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, así como el alcalde de Ruente, Jaime Díaz, que ha agradecido la ayuda del Ejecutivo cántabro para solventar los efectos de las inundaciones.
La pasarela y el futuro puente
Las riadas producidas en enero de 2019 provocaron el colapso parcial del puente existente en Ruente, que daba acceso hacia el Monte Aa desde la carretera autonómica CA-180. Ante esta situación, la Consejería de Obras públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo encargó la redacción del proyecto de un nuevo puente e ideó una solución provisional para mantener el paso sobre el río Saja mientras se realiza la obra, solución que ha consistido en la construcción, en el mismo punto donde se ubicaba la antigua infraestructura, de una pasarela provisional de 47,5 metros de longitud y un vano central de 30 metros.
Para su ejecución se han aprovechado los estribos del puente demolido y la única pila que no se vio afectada por la riada. La pasarela cuenta con una estructura modular de acero, que tiene un peso aproximado de 23 toneladas, una anchura útil interior de 1,5 metros y paneles de madera antideslizante para facilitar el paso entre ambos márgenes del río Saja.
La estructura ha sido diseñada para poder ser desmontada cuando comience la ejecución del puente y permite su reutilización en otra ubicación cuando sea necesario, de manera sencilla y segura.
En cuanto al futuro puente, tendrá una longitud de 55,5 metros y se dividirá en dos vanos de 27 metros entre apoyos. El proyecto contempla la construcción de un puente integral, sin juntas entre estribos, pila y tablero, para mejorar su funcionalidad y durabilidad. Dispondrá de un tablero de hormigón y sección transversal de 10 metros de anchura, dos carriles de 3 metros de ancho cada uno, arcenes de 0,50 metros y una acera de 1,60 metros. La pila central tendrá una altura de 5,50 metros y el diseño de su sección es variable para minimizar el impacto sobre el río.
Al margen de su construcción, también se llevará a cabo una actuación para mejorar la sección hidráulica en el entorno de la infraestructura, consistente en eliminar los estribos actuales y ampliar la sección mediante escolleras. Se acaba de firmar el inicio del expediente, que cuenta con dos anualidades de 800.000 (2020) y 302.500 euros (2021). En total, algo más de 1,1 millones de euros, incluidas expropiaciones.
