La estación de autobuses de Torrelavega será, junto a la de Santander, pionera en la puesta en marcha de un proyecto piloto para convertir estas terminales en modelos de eficiencia energética y sostenibilidad. Un proyecto denominado Sudoe Stop CO2 de tres años de duración y 1,2 millones de presupuesto, cofinanciado por los fondos europeos Feder, que supondrá la progresiva sustitución de los sistemas de aislamiento término y acústico, la iluminación, la calefacción o la ventación de estas dos estaciones, lo que permitirá reducir su gasto energético y mejorar el control ambiental.
Como punto de partida, se desarrollará un proceso de investigación, con la toma de medidas de diferentes parámetros. En total, se estima que se realizarán 12 millones de escaneados de diferentes datos en estas dos estaciones cántabras, para medir, comparar y controlar los elementos a mejorar.
Las soluciones innovadoras que se ofrecerán a través de este programa coordinado por Cantabria y en el que participan también como socios la región de Murcia, Burdeos y Gironde (Francia) y Oporto (Portugal) harán que el modelo que se aplique en estos lugares, en los que se incluye Santander y Torrelavega, “sirva de modelo exportable a otras estaciones e intercambiadores”, ha informado el consejero de Industria, Francisco Martín.
En el caso de Cantabria, el consejero ha explicado que durante los dos primeros años se desarrollará el proceso de investigación asociado a un modelo numérico y de medida de parámetros relacionados con el aislamiento térmico y acústico, iluminación, calefacción y ventilación de las infraestructuras “que permita la reducción de gasto energético y un mejor control ambiental”. El tercer y último año del proyecto será el de la aplicación práctica del modelo que, según ha subrayado Francisco Martín, “será exportable a otras estaciones del sudoeste europeo”, integradas en la red de cooperación trasnacional Interreg Sudoe.
El consejero ha destacado, en este sentido, que, además de contribuir a la sostenibilidad mediante el ahorro energético y la reducción de emisiones de CO2, la importancia de este proyecto radica en que, una vez más, “Cantabria genera y exporta conocimiento”. “Supone un avance en la modernización de las infraestructuras complementarias del transporte de viajeros a través de la innovación técnica y tecnológica del que Cantabria se va a beneficiar desde el minuto uno”, ha concluido.