El consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, ha visitado esta mañana la actuación llevada a cabo por su departamento sobre el argayo que se produjo recientemente en la variante de Santillana de Mar, en el cruce a la altura de Arroyo, y que ha consistido principalmente en la construcción de un muro de hormigón armado.
Según ha informado Mazón, el argayo, que presentaba unas dimensiones aproximadas de 50 metros de longitud por 5 metros de alto, y tenía una profundidad de 10 metros, afectaba a una vía municipal, motivo por el cual se iniciaron las obras de reparación "urgentemente" para causar el menor perjuicio posible a los vecinos, a pesar de existir en la zona diferentes alternativas para el acceso a los núcleos de población.
Las obras se han llevado a cabo en dos fases para retirar y limpiar todo el material esparcido a lo largo de la calzada, "lo que ha supuesto la retirada de 6.000 metros cúbicos de tierra", y construir un muro de hormigón anclado al terreno que sostenga el deslizamiento del talud, donde también se han instalado varios drenajes y bajantes para la recogida de aguas profundas, evitando su filtración al terreno.
Finalmente, Mazón ha mostrado su satisfacción por la solución adoptada y por el resultado final de los trabajos, que confía en que sean "definitivos", y ha subrayado que, debido a la dificultad de las maniobras y a las "particularidades" del terreno, se ha tenido que emplear maquinaria de grandes dimensiones para la instalación de los anclajes y para la técnica de hidrosembrado, la cual consiste en plantar varias especies arbustivas para secar el talud afectado.
Durante la visita, el consejero ha estado acompañado por el director general de Obras Públicas, José Luis Gochicoa; el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago, varios concejales del Ayuntamiento y técnicos de Consejería.