El alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, ha asegurado que la feria de día “no es necesaria" y ha recordado que en 2016 solo un grupo de 6 hosteleros solicitaron instalar carpas en la plaza de La Llama, aunque luego no lo hicieron por un enfrentamiento con el Ayuntamiento. A su juicio, la no celebración el pasado año de la feria de día"no supuso ningún problema" para los ciudadanos que pudieron disfrutar de las barras instaladas por muchos negocios de hostelería frente a los establecimientos, una experiencia que "funcionó muy bien" y que en este 2017 se quiere repetir.
En este sentido, el alcalde ha anunciado que desde el Ayuntamiento se autorizará "hasta donde sea posible" la instalación de barras por parte de los establecimientos, al entender que ello también supone un impulso a la actividad comercial y permite animar las calles durante las fiestas patronales de agosto. Además, ha avanzado que está en estudio introducir algunas "pequeñas modificaciones" en la normativa municipal para asegurar que el funcionamiento de las barras es correcto y no se producen problemas.
El contencioso entre la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria (AEHC), promotora de la feria de día hasta el pasado año, y el Ayuntamiento de Torrelavega aún se mantiene ya que el Consistorio reclamó hace unos meses por vía judicial 8.500 euros por la suspensión unilateral de la actividad en 2016.
La decisión de no celebrar la feria de día fue adoptada por la AEHC y los diez empresarios que iban instalar casetas, como medida de protesta por la decisión municipal de permitir el funcionamiento de una barra durante tres días a pocos metros de distancia para dar servicio durante los conciertos del Sound City Festival. En aquel momento, la AEHC aseguró que permitir la barra era una decisión municipal que se había tomado "en contra de los hosteleros de Torrelavega", ya que a las 10 casetas se les aplicaba una normativa, unas tasas y unas restricciones horarias que, a su juicio, no se ocurría de igual manera con los promotores de los conciertos. Como consecuencia de la suspensión, se tuvieron que retirar las casetas de la feria de día horas antes de comenzar las fiestas de agosto, lo que ocasionó unos gastos al Ayuntamiento que ahora se reclaman a los promotores de aquel evento.