La empresa australiana Slipstream Resources, segunda gran adjudicataria de los permisos de investigación minera en la comarca del Besaya, invertirá 4 millones de euros en un plazo máximo de tres años para realizar prospecciones en profundidad que confirmen los indicios que ya manejan, tras unos sondeos iniciales, sobre la existencia de mineral en la zona.
El anuncio lo ha realizado hoy el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras reunirse en la sede del Gobierno, junto con la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, y el consejero de Industria, Francisco Martín, con representantes de la firma, encabezados por su director general, Geoff Stewart; el consejero Óscar Done y el representante en España, Rafael Rodríguez.
Según ha explicado el presidente, la pretensión de Slipstream es iniciar las prospecciones “cuanto antes” para aprovechar la tendencia al alza del precio del zinc, que en estos momentos está por encima de los 3.000 dólares/tonelada, cuando el año pasado estaba en el entorno de los 2.200 dólares.
Para ejecutar el proyecto, la firma australiana se ha asociado con la empresa local Hispanibal, que tiene autorizada la explotación del terreno colindante a las cuadrículas de Slipstream, situadas en los municipios de Alfoz de Lloredo, Ruiloba, Udías, Cabezón de la Sal y Comillas. Además, y a petición expresa de Miguel Ángel Revilla, la unión resultante tendrá su sede social en la comarca del Besaya.
Revilla ha explicado que, a diferencia de Emérita Resources, la multinacional canadiense que resultó adjudicataria de buena parte de la investigación en la zona oriental y que ya parte de inicio con un estudio de la Escuela de Minas que apunta a la existencia de 20 millones de toneladas de zinc en ese subsuelo, lo que maneja Slisptream son “indicios muy racionales” de que también van a encontrar abundante mineral tras las primeras catas superficiales realizadas.
El jefe del Ejecutivo confía en que el proyecto de extracción minera promovido por el Gobierno cántabro en los aledaños de la antigua mina de Reocín permita poner fin a la tendencia de “declive industrial” de la zona del Besaya y ayude a recuperar una tradición minera “que está en el subconsciente de los cántabros”, al tiempo que ha ofrecido “toda la colaboración” de la Administración autonómica para que los proyectos echen a andar cuanto antes.
El consejero de Industria, por su parte, ha señalado la apuesta del Gobierno cántabro por este proyecto con el que pretende contribuir a generar actividad y empleo en este entorno y, sobre el de Slipstream, espera que la concesión de 3 años que la empresa tiene como periodo máximo para desarrollar sus sondeos se reduzca considerablemente ya que la tendencia actual del mercado del zinc invita a las empresas extractoras a invertir.
Por su parte, Geoff Stewart ha asegurado que Cantabria ofrece a la compañía “grandes ventajas” para poner en marcha un proyecto de estas características, entre las que se ha referido a sus infraestructuras y comunicaciones, la actividad del puerto y el capital humano de la región.
El director general de la firma australiana ha señalado que en esta primera fase de investigación los trabajos se encaminarán a evaluar el tamaño del recurso minero, si bien ha adelantado que las “expectativas son muy buenas” de cara a una futura extracción. Asimismo, ha destacado que en esta fase inicial se abren importantes oportunidades de contratos y servicios que conllevarán un retorno económico para la Comunidad.
También han estado presentes en el encuentro el director general de Industria, Raúl Pelayo; el director general de la Escuela de Minas, Julio Manuel de Luis, y, en representación de Slipstream, el geólogo Pablo Gumiel y el ingeniero de Minas Jesús del Barrio, entre otros.
El proyecto
El proyecto de extracción de zinc en la Comarca del Besaya es una de las grandes apuestas industriales del Gobierno de Cantabria para generar actividad y empleo, al menos, en las dos próximas décadas. Los estudios realizados en la zona revelan que en el subsuelo próximo a la antigua Mina de Reocín se concentran más de 20 millones de toneladas de mineral, cuya explotación podría generar más de 2.000 puestos de trabajo y una inversión multimillonaria en un entorno industrial, el del Besaya, depauperado en los últimos años.
El Ejecutivo regional publicó un concurso para conceder permisos de investigación sobre el terreno del que resultaron adjudicatarias seis empresas y que establecía un periodo de un año para que pudieran hacer sondeos sobre el terreno y presentar sus proyectos de negocio.
Slipstream Resources, empresa australiana con más de 30 años de experiencia en el sector, ha resultado adjudicataria del permiso de investigación ‘Buenahora’, que afecta a 188 cuadrículas mineras ubicadas en la zona occidental de las minas de zinc del Besaya, que abarca concretamente a los municipios de Comillas, Ruiloba, Udías, Cabezón de la Sal y Alfoz de Lloredo.
Otra de las empresas adjudicatarias, la canadiense Emerita Resources, a través de su filial Cantábrica del Zinc, S.L., presentó el pasado 1 de diciembre su proyecto de explotación minera, que conllevará una inversión del orden de 600 millones de euros y la creación de entre 1.500 y 2.000 puestos de trabajo solo en la fase de construcción de la mina. A corto plazo, esta empresa invertirá 17 millones de euros y contratará a 40 personas para acometer el proyecto de investigación, que llevará a cabo en 2018.