El economista Félix Revuelta, principal accionista de Sniace con una participación del 10,1%, ha presentado su dimisión como consejero dominical de la compañía por razones de "carácter personal", según informó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La dimisión de Revuelta, presidente de Naturhouse, ha sido anunciada este martes en la Junta General Ordinaria que Sniace ha celebrado este martes en Madrid. Revuelta también ha cesado como miembro de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones. El Consejo de Sniace ha aceptado su dimisión, "agradeciendo sus servicios y aprobando su gestión".
La dimisión de Revuelta se produce tres meses después de que suscribiera a finales de marzo la totalidad de la ampliación de capital que le correspondía de Sniace, un 10,1% del total (adquirió 11,8 millones de acciones), y formulara una petición para suscribir un 14% adicional del total ofertado en la segunda vuelta, con lo que pretendía elevar su participación en la sociedad al 14,8%.
En la junta general ordinaria se ha acordado, a propuesta e informe favorable de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, el nombramiento como consejero independiente de Ignacio Bayón --que también lo es de Naturhause-- por el plazo de cuatro años, así como la ratificación de Gema Díaz Real como consejera independiente.
También se votó por los accionistas la reelección del presidente de la compañía, Blas Mezquita, y de Miguel Gómez de Liaño como consejero ejecutivo y otros externos, respectivamente.
Tras estos nombramientos, el Consejo de Administración de Sniace ha quedado fijado en siete miembros: Blas Mezquita Sáez (presidente y consejero ejecutivo); Gema Díaz Real (consejera independiente); Antonio Temes Hernández (otros externos); José Mª Castellano Ríos (consejero independiente); Sabino García Vallina (consejero dominical); Miguel Gómez de Liaño Botella (otros externos); Ignacio Bayon Mariné (consejero independiente), y Alfonso Barón Bastarreche (Secretario no Consejero).
Sin contraplit
Por otra parte, no se sometió finalmente a aprobación la agrupación de acciones en circulación, una operación conocida en el mercado como 'contrasplit', a razón de un título nuevo por cada diez preexistentes, al no existir quorum suficiente para ello.