90.000 metros cuadrados o, lo que es lo mismo, en torno a 12 campos de fútbol. Es la superficie que quedará libre en el centro de Torrelavega tras el soterramiento de las vías a su paso por la ciudad. Así lo recoge el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que prevé la reordenación de este espacio a través de tres planes especiales: uno para el ámbito propiamente del soterramiento; otro en la zona del barrio El Cerezo; y un tercero que afectaría a las naves de los antiguos Talleres de Obregón.
Unos planes especiales que dan solución a la permeabilidad peatonal y ciclista, la renovación urbana, y la ordenación de los terrenos liberados y adyacentes mediante la planificación y previsión de soluciones para estos terrenos, de forma que no se conviertan en una barrera urbana, sino un espacio público de unión a través de la prolongación de los viarios existentes en el entorno, el acondicionamiento de paseos arbolados.
Según explica Jose Otto Oyarbide, concejal de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Torrelavega “el ferrocarril ha supuesto una barrera importante, aislando el barrio del Cerezo y La Lechera. El Plan General se hace eco de la reivindicación histórica ciudadana del soterramiento de las vías que permitirán, no sólo unir físicamente al barrio con la ciudad central, sino posibilitar un acercamiento del Río hacia la ciudad”.
El Plan General prevé la configuración de una nueva fachada entre ambas partes de la ciudad. En ambas márgenes la conectividad visual es estrecha y la revisión apuesta por establecer otros modos de relación. “El ámbito de actuación ocupa una superficie aproximada cercana a los 90.000 metros cuadrados, en el mismo centro de la ciudad”, señala el edil.
El PGOU remite la solución final del soterramiento a la redacción de un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que le dé cobertura y que garantice condiciones adecuadas de los bordes urbanos y del espacio público resultante de la permeabilización. En el caso del soterramiento, es importante evitar que el espacio ganado en superficie se convierta en una nueva barrera, esta vez de viario, y que las rampas supongan el desplazamiento del efecto barrera hacia otras zonas. “Se propone la redacción del Plan Especial que aborde la ordenación de los terrenos ocupados por el Sistema General Ferroviario constituido por la estación de tren y las vías del ferrocarril, al quedar liberados por el soterramiento 37.646 metros cuadrados”, explica Oyarbide.
Además del Plan Especial del Soterramiento, el nuevo texto urbanístico contempla otros dos Planes Especiales complementarios. Uno de similares dimensiones (36.475 m2) para la zona mixta del Barrio El Cerezo que da frente al paso del ferrocarril, y otra de 14.391 m2 para la actual zona industrial de los antiguos Talleres Obregón, una vez pudieran cesar las actuales actividades industriales.
El primero de estos, es un ámbito de renovación urbana de una gran manzana que consolida el frente del Barrio del Cerezo frente al paso del ferrocarril. El objeto de este Plan Especial es promover la mejora del medio urbano, en la actualidad conformando un conjunto homogéneo en situación de obsolescencia, donde convergen circunstancias de deterioro físico y ambiental que hacen aconsejable acciones de demolición y o sustitución de edificaciones existentes.
Mientras que el segundo es un ámbito de renovación urbana de la manzana de Talleres Obregón y manzana triangular colindante que, junto al ámbito del Plan Especial del Barrio El Cerezo, conforman una fachada compacta y degradada frente al paso del ferrocarril.
El objeto de este Plan Especial es promover la permeabilidad del barrio, creando una nueva fachada hacia la ciudad consolidada, favoreciendo la integración entre ambos frentes del ferrocarril. Se identifica un ámbito concreto en el que, en principio, asume el mantenimiento de las actividades económicas que se desarrollan en la actualidad asignándole una Ordenanza Industrial; fijando a la vez unas condiciones específicas para que, en el momento que se produzca el cese de la actividad, se proceda a la redacción de un Plan Especial cuyo objeto será la renovación urbana de estos ámbitos.
Estos tres Planes Especiales especifican la forma de integración urbanística, garantizando la prolongación de viarios existentes en el entorno, previendo la continuidad de paseos arbolados o asegurando la permeabilidad visual.
“Por primera vez en la historia de Torrelavega un documento urbanístico plantea soluciones de desarrollo y ordenación urbanística una vez sea ejecutada la obra del soterramiento de las vías de FEVE. No sólo en el ámbito de actuación de la misma, sino también en las zonas más cercanas. Evitando así nuevas barreras que continúen dividiendo la ciudad en dos partes, y garantizando la renovación urbana y la ordenación adecuada al nuevo centro de Torrelavega”, ha finalizado Jose Otto Oyarbide