jueves. 21.11.2024

10/05/2022.- El Gobierno de Cantabria, a través de la empresa pública MARE, implantará este mes de mayo el quinto contenedor o contenedor marrón, el destinado a biorresiduos o residuos orgánicos, que representan alrededor del 40% de los residuos totales generados en España, en los municipios de Puente Viesgo, Castañeda, Los Corrales de Buelba y San Felices de Buelna, para posteriormente proceder a su implantación en Cartes, Reocín y Santillana del Mar.

De esta manera, un total de 23.500 vecinos disfrutarán de este nuevo modelo de gestión de residuos orgánicos con el que la empresa pública MARE, dependiente de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, pretende avanzar en el cumplimiento de la normativa europea, que obliga a mejorar las tasas de reciclaje y reducir los desechos que van a parar al vertedero.

Para ello, se hará llegar a los hogares de todos estos ayuntamientos un cubo doméstico y bolsas compostables para facilitar el reciclado, e introducir mejoras en la gestión de los residuos municipales, que no supone ningún coste alguno para los ayuntamientos participantes y va acompañado de una campaña de sensibilización, bajo el título ‘Que no te resbale’.

Así lo ha anunciado hoy el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, durante la visita que ha realizado al Ayuntamiento de Arenas de Iguña para hacer un seguimiento, junto a los alcaldes de Arenas de Iguña, Anievas, Bárcena de Pie de Concha y Molledo, de la implantación del quinto contenedor en el Valle de Iguña.

Tal y como ha explicado Blanco, “desde que se puso en marcha este nuevo modelo de gestión hace cuatro meses, se han implantado en el Valle 190 contenedores marrones, lo que ha permitido recoger casi 80.000 kilogramos de materia orgánica”.

Unas cifras que, en su opinión, “demuestran que las cosas se están haciendo mejor y que hay una mejora importante en la separación doméstica de los residuos”, si bien ha advertido que hay mucho margen de mejora porque “todavía hay gente que continúa depositando sus residuos orgánicos de forma indistinta en el contenedor verde y en el marrón”.

Con el fin de evitar estas malas prácticas y avanzar hacia una mayor calidad de la materia orgánica recogida, en sintonía con lo que marca la nueva Ley de Residuos, el consejero ha indicado que en el caso del Valle de Iguña se ha optado por avanzar en un modelo progresivo en el que coexisten los contenedores verdes, ya existentes para la fracción resto, con el nuevo contenedor marrón, destinado a la materia orgánica.

Balance positivo

Los buenos datos cosechados con el contenedor marrón se refuerzan, ha dicho, con el incremento de residuos de fracción resto recogidos con el contenedor verde hasta el punto de que se ha detectado una disminución en la cantidad de residuos depositados en otro tipo de contenedores (verde, amarillo y azul) a favor del nuevo contenedor marrón.

Desde la implantación del contendor marrón en las áreas de aportación (islas de recogida selectiva), también, ha continuado Blanco, se ha detectado una disminución de los impropios en Arenas de Iguña en comparación con el resto de los municipios, “lo que nos hace pensar que este modelo funciona mejor”.

Por ello, ha asegurado que la empresa pública MARE va a seguir colocando nuevos contenedores marrones en las áreas de aportación, junto al resto de fracciones reciclables con el fin de comprobar si se obtiene una materia orgánica en el contenedor marrón con menos impropios, “entendiendo que el ciudadano que se desplaza hasta el área de aportación lo hace con la intención de depositar cada tipo de residuo en el contenedor adecuado”.

El consejero ha explicado que la implantación del quinto contenedor marrón en el Valle de Iguña se ha completado con el incremento del número de contenedores destinados a otras fracciones, tales como envases ligeros, papel-cartón, vidrio y material textil, con el objetivo de mejorar el acceso al reciclaje de los vecinos.

El resultado ha sido, tal y como ha señalado, que el incremento en el número de contenedores en los cuatro ayuntamientos del Valle ha sido notable, al pasar de 146 a 253 contenedores destinados a los envases ligeros, papel y cartón, textil y vidrio, lo que supone un 42,3% de incremento.

“Ese refuerzo en la contenerización en todo el Valle ha supuesto un estímulo notable para aumentar los niveles de reciclaje y los vecinos demuestran que responden cuando les facilitamos medios para reciclar mejor”, ha subrayado Blanco, quien ha apuntado que de enero a abril de este año se ha incrementado en un 54,18% la recogida de envases ligeros y un 25,55% la de papel y cartón, con respecto a 2021.

Finalmente, ha agradecido el esfuerzo realizado por los cuatro ayuntamientos del Valle y sus vecinos para que este pionero “nos permita abordar la implantación de las mejoras que nos proponemos llevar a cabo en el resto de municipios donde MARE presta sus servicios con las mayores garantías de éxito posible”.

En la reunión de seguimiento, celebrada en la antigua Cooperativa del Campo de Arenas de Iguña, también han participado, entre otros, el director de la empresa pública MARE, José María Díaz, y los alcaldes de Arenas de Iguña, Pablo Gómez; de Anievas, Agustín Pernía; de Bárcena de Pie de Concha, Agustín Mantecón, y de Molledo, Verónica Mantecón.

Los cuatro alcaldes del Valle han coincidido en destacar la buena acogida que ha tenido la implantación del quinto contenedor entre sus vecinos y han agradecido la colaboración de la Consejería para seguir mejorando la recogida selectiva de residuos en los municipios de Cantabria.

El quinto contenedor

La introducción del quinto contenedor o contendor marrón es uno de los grandes retos medioambientales de la presente legislatura para, de la mano de los ayuntamientos, situar a Cantabria al nivel de otras comunidades españolas que ya han puesto en marcha este modelo de gestión de residuos orgánicos y avanzar en el cumplimiento de la normativa europea, que obliga a mejorar las tasas de reciclaje y reducir los desechos que van a parar al vertedero.

Los objetivos del Gobierno de Cantabria con la mejora del sistema de recogida selectiva son aumentar los contenedores de envases ligeros, papel y cartón y vidrio, además de incorporar el contenedor del textil; implantar el quinto contenedor con un criterio de máxima cercanía a los vecinos; incrementar el porcentaje de recogida selectiva, y mejorar la calidad de los residuos mediante la reducción de los impropios.

En el contenedor marrón se deben depositar solo los biorresiduos domésticos: restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, otros restos de comida, posos de café e infusiones, tapones de corcho (sin añadidos de plástico u otros materiales), cerillas y serrín, papel de cocina sucio, servilletas de papel usadas y pequeños restos de poda y jardinería.

El depósito de los residuos en el contenedor marrón se debe realizar en una bolsa compostable para garantizar la higiene y es importante no depositar residuos impropios (plásticos, botellas, envases ligeros, cartón) para no dificultar su tratamiento y reciclaje posterior.

Uno de los principales beneficios de la separación de residuos en Cantabria es el cambio hacia un sistema de economía circular en el que no se generan desechos, sino nuevos recursos aprovechables en lugar de residuos que terminen en el vertedero. Por lo tanto, depositar los restos orgánicos en el contenedor marrón va a ser un gesto sencillo que facilitará su transformación en recursos de provecho para la región.

Además, la utilización de estos contenedores permitirá reducir la cantidad de materia orgánica que llega al vertedero, un ahorro en costes del servicio, la reducción de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, evitar la contaminación de suelos, cauces y acuíferos, y facilitar la producción energía renovable, entre otras ventajas.

Los contenedores marrones convivirán con los verdes durante unos meses, hasta que estos últimos vayan desapareciendo progresivamente.

EL 5º CONTENEDOR, EL MARRÓN, LLEGA ESTE MES A SIETE MUNICIPIOS DE LA COMARCA