El nuevo puente de Golbardo podría entrar en funcionamiento en dos semanas, tal y como ha anunciado el consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, durante la visita que ha realizado a las obras de una actuación que cuenta con un presupuesto cercano a los 4 millones de euros y que ya se encuentra en la fase final a falta de algunos remates.
Mazón ha recordado la importancia de este proyecto que solucionará el problema de circulación que presentaba el antiguo puente, anejo al nuevo, que no podía soportar el tráfico de vehículos pesados debido a su estrechez, lo que motivó la construcción de una nueva infraestructura que facilitara la descongestión del tráfico en ese punto y el acceso a la costa de todo tipo de vehículos.
Así, el consejero ha asegurado que esta construcción será "mucho más segura y acortará tiempo" a todos estos vehículos que antes tenían que utilizar otros caminos para ir hacia Novales pero que, a partir de ahora, tendrán una ruta directa.
También ha explicado que en la construcción del nuevo puente se ha mantenido una estética parecida a la infraestructura original y que dará una entrada "muy llamativa" a la localidad de Barcenaciones.
Durante la visita también han estado presentes el director general de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, y el alcalde de Reocín, Pablo Diestro, para quien esta actuación otorga una "conexión vital" para el municipio y "abre un mundo nuevo para el sector industrial de esta zona", además de ser la vía directa de acceso a la costa para vecinos y visitantes.
Características del nuevo puente
El nuevo puente tiene una longitud de 210 metros y está formado por un arco inferior realizado con vigas Vierendell metálicas que descansan sobre pilares apoyados en el cauce del río Saja, mientras que la luz principal, de 60 metros y situada sobre el cauce del río, se salva con un arco de 60 centímetros de espesor creado con dos vigas de acero y que ha sido rebajado para proporcionar una imagen más moderna.
Además, la nueva plataforma está dotada de una anchura de 12 metros e integrada por dos carriles de 3,5 metros cada uno y aceras de 1,65 metros para que los peatones puedan disponer de una zona protegida que les permita pasear con seguridad por el entorno.
El proyecto ha procurado respetar al máximo las características del antiguo puente de Golbardo, el primer puente de España construido en hormigón y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002, pero utilizando para la construcción de la nueva infraestructura materiales acordes al tiempo actual, con un diseño de tipología mixta que incluye la utilización de hormigón y metal como elementos principales de la obra.