viernes. 22.11.2024

 

Altamira mantendrá el régimen y el número de visitas experimentales autorizadas en la actualidad (5 personas por semana seleccionadas por sorteo) pero se estudiará la posibilidad de modular los grupos, es decir, que el acceso se realice en subgrupos de 2 y 3 personas, con un margen de tiempo entre uno y otro de entre 15 y 20 minutos, y de estacionalizar las entradas a la cueva para concentrar las visitas fuera del periodo que los científicos consideran de mayor riesgo para las pinturas, entre febrero y junio.

Así lo ha acordado hoy el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, que se ha reunido en sus instalaciones de Santillana del Mar bajo la presidencia del presidente de Cantabria y de turno de este órgano, Miguel Ángel Revilla.

En su nombre, el consejero de Cultura, Ramón Ruiz, ha considerado “fructífera y positiva” esta reunión en la que se ha presentado el informe de la Comisión de Seguimiento sobre el Plan de Conservación Preventiva de la Cueva. El consejero ha agradecido el trabajo realizado por el equipo que encabeza José María Ballester en cuanto a que se han detectado “problemas concretos” y esbozado “líneas de investigación concretas” para solucionarlos.

Inversiones de 4,5 millones de euros
Además, los miembros del Patronato han conocido en boca del secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, que hoy se estrenaba en el Patronato, las inversiones que el Gobierno central tiene previsto acometer en los años 2017 y 2018 dentro del Plan Cultura 2020, que ascienden a 4,5 millones de euros.

Según ha anunciado Benzo, en 2017 se destinarán 1,2 millones de euros para diversas actuaciones de climatización en los diferentes edificios, el equipamiento de la Casa de 1924, sede del primer museo y donde hoy se ha celebrado el encuentro; la renovación de la señalización interior y exterior de todo el recinto, y la mejora de la iluminación de la sala de la neocueva.

El grueso de la inversión llegará en 2018, cuando se consignarán 3,3 millones de euros para la renovación de la exposición permanente, la creación de una nueva sección museística sobre el paisaje de Altamira y, especialmente, el proyecto de musealización de la cueva de las estalactitas para hacerla accesible al público, que podría ser una realidad ese mismo año.

Por su parte, el coordinador de la Comisión de Seguimiento, José María Ballester, ha expresado su satisfacción por el trabajo realizado y ha incidido en la “complejidad” de los problemas que afectan a la cueva, especialmente el agua, un elemento “decisivo” para la conservación de las pinturas pero, a su vez, un “factor de peligro” por la condensación que puede generase en el interior si su presencia es excesiva.

Visitas modulares
Con respecto al régimen de visitas, ha explicado que el planteamiento que van a estudiar los expertos es “modular el formato” con grupos de 2 y 3 personas, algo que ya se viene haciendo en ocasiones, pero sin que afecte al número total de visitantes que anualmente acceden a la cueva experimentalmente, de forma que, si se decidiera restringir las visitas entre los meses de febrero y junio, se compensaría con un mayor número de accesos durante el resto del año.

Finalmente, Ballester ha abogado por seguir en Altamira el modelo implantado en otras cavidades de arte rupestre como Lascaux (Francia) para conseguir atraer un mayor número de visitantes sin la necesidad de abrir la cueva original. Según ha dicho, la idea es convertir Altamira en un “sitio” que genere interés para el público, para lo cual se dispone de “elementos suficientes” como la neocueva, el museo, la cueva de las estalactitas o el propio paisaje, que va a ser sometido igualmente a estudio para analizar la posibilidad de recrear el estado original del entorno.

“Hay que implantar acciones alternativas que permitan incrementar el turismo, generar riqueza y quitar presión sobre las cuevas para permitir a los científicos hacer su trabajo y contribuir a su conservación”, ha señalado.

En la reunión del Patronato también han participado la directora general, Marina Bolado; el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago; el subdirector general del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), Carlos Jiménez, que hoy ha tomado posesión como patrono; el director general del Bellas Artes, Luis Lafuente, y la nueva directora del Museo, Pilar Fatás, que sustituyó en el cargo al fallecido José Antonio Lasheras.

Asimismo, han asistido los rectores de la Universidad de Cantabria y de la Menéndez Pelayo, Ángel Pazos y César Nombela, respectivamente; el subdirector general de Museos Estatales, Miguel González Suela; el director territorial en Cantabria de Banco Santander, Carlos Hazas; el presidente de la Fundación Botín, Jaime Botín; el director del Museo Arqueológico Nacional, Andrés Carretero, y el director de Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón.

Entre otros puntos del orden del día y además de la aprobación del acta de la reunión anterior, se ha procedido a la renovación de la Comisión Permanente del Patronato y se ha informado sobre el nombramiento de Pilar Fatás. Por último, se ha dado cuenta de la Memoria de Actividad 2016 y del proyecto de actuaciones para 2017.


 


 

 

 

 

 

CONTINUARÁN LAS VISITAS EN ALTAMIRA