Ni el frío ni la lluvia impidieron el esperado reencuentro. Convocado primero en el exterior del Ayuntamiento de Piélagos y trasladado después, debido al mal tiempo, al polideportivo municipal de Renedo, nadie faltó a la cita.
Los niños de Piélagos pudieron entregar sus cartas a Papá Noel. Procedente de Laponia y acompañado por su inseparable séquito de elfos, tras la visita del domingo al pueblo de Liencres, el lunes recaló en la zona sur del municipio.
Uno a uno, con una extraña mezcla de emoción y nervios, los más pequeños de la casa fueron desfilando ante ese abuelo entrañable que dedicó unas palabras amables a todos y cada uno de ellos antes de inmortalizar en una foto el momento, que concluyó con el reparto de un singular regalo: una pequeña réplica suya de chocolate.