9 de noviembre de 2023, 18:43
El Zoológico de Santillana del Mar está de luto. Hoy ha despedido a Hubert, un chimpancé con cerca de 46 años de edad, considerado el primate más longevo de cuantos han pasado por este centro, y que durante su estancia fue uno de los principales reclamos para los visitantes.
Originario de Guinea, Hubert llegó al zoo de Santillana el 12 de agosto de 1984 con cerca de siete años, procedente de la vivienda de un propietario particular que lo había criado en su casa como una mascota personal en Zaragoza, de donde pasó al zoológico de Barcelona y de ahí a Cantabria.
El director del zoo, Ignacio Pardo de Santayana, ha explicado que Hubert murió "de muy viejo tras una larga y penosa enfermedad", pues llevaba meses casi sin comer y delicado de salud, a pesar de los cuidados de todo el personal del centro. "Hubert ha dejado un hueco grande en el corazón de la familia del zoo", ha asegurado Pardo de Santayana, quien explica que para todo el personal el fallecimiento del chimpancé ha producido "una enorme tristeza". Y ha recordado que durante su estancia de casi 40 años en Santillana, Hubert tuvo dos esposas, mayores que él, y se quedó viudo dos veces, además de tener una hija, que vivió 28 años, y que también falleció por un cáncer en una válvula del corazón.
Originario de Guinea, Hubert llegó al zoo de Santillana el 12 de agosto de 1984 con cerca de siete años, procedente de la vivienda de un propietario particular que lo había criado en su casa como una mascota personal en Zaragoza, de donde pasó al zoológico de Barcelona y de ahí a Cantabria.
El director del zoo, Ignacio Pardo de Santayana, ha explicado que Hubert murió "de muy viejo tras una larga y penosa enfermedad", pues llevaba meses casi sin comer y delicado de salud, a pesar de los cuidados de todo el personal del centro. "Hubert ha dejado un hueco grande en el corazón de la familia del zoo", ha asegurado Pardo de Santayana, quien explica que para todo el personal el fallecimiento del chimpancé ha producido "una enorme tristeza". Y ha recordado que durante su estancia de casi 40 años en Santillana, Hubert tuvo dos esposas, mayores que él, y se quedó viudo dos veces, además de tener una hija, que vivió 28 años, y que también falleció por un cáncer en una válvula del corazón.