El grupo del PP en el Ayuntamiento de Torrelavega ha denunciado lo que considera "altísimo coste" del parque canino proyectado en la ciudad, que está promovido por el concejal de Medio Ambiente, José Luis Urraca (PSOE), con un coste de 43.239,85 euros. El concejal popular Miguel Remón asegura que este gasto para un parque canino "es un lujo que la ciudad no debe permitirse", además de mostrar la sorpresa de su grupo por la propuesta de Urraca que, para el PP, es "otra de sus habituales barbaridades".
Remón considera "absolutamente incomprensible" este "despilfarro", más aún cuando el concejal Urraca, "con su desidia característica, lleva tres años dándonos largas con el parque canino, que ha venido ubicando en diferentes lugares de la ciudad". Y recuerda que primero este parque se iba a ubicar en una finca existente en la confluencia del bulevar ronda con la calle Santa María de Jesús, después en Tanos y ahora se anuncia su ubicación en las proximidades de la calle Balbino Pascual. "Tres años para decidir dónde colocar el parque canino, ¿de verdad era tan difícil? -se pregunta el concejal- sobre todo cuando en alguna comisión se ha planteado la posibilidad de instalar varios parques caninos a la vez".
Pese a ello, para Remón "lo que es más grave" es el precio fijado para la instalación del parque canino, superando los 43.000 euros, pues a su juicio "parece que el concejal Urraca quiere instalar un parque canino de 5 estrellas gran lujo en Torrelavega". El concejal popular reitera que el coste del proyecto "es un lujo que nuestra ciudad no debe permitirse", ya que por ese precio "se podrían hacer cuatro parques caninos repartidos por todo el municipio".
Para Remón, la actual es "una legislatura muy extraña" ya que el equipo de gobierno PSOE-PRC, "o no invierte nada y se dedica a dar el dinero recaudado mediante tasas e impuestos a los bancos, o se le ocurre despilfarrar el dinero de los torrelaveguenses con caprichos". Asegura que el PP siempre ha defendido la necesidad de que Torrelavega cuente con parques caninos donde los perros puedan correr libremente "pero no a cualquier precio", precisa Remón.
A su juicio, un parque canino no es más que un recinto vallado con una malla metálica que normalmente se divide en dos zonas, para perros de tamaño grande y pequeño, con puertas de acceso, una papelera o contenedor de basura, un expendedor de bolsas y una fuente.
Por ello exige al concejal Urraca, "que se replantee seriamente la inversión que pretende hacer y que renuncie a lujos innecesarios. Queremos parques caninos en Torrelavega, pero siendo responsables en la gestión del dinero público. Basta ya de despilfarros innecesarios", concluye.
