Dos investigadoras del grupo de Clima Marino y Cambio Climático del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria), Melisa Menéndez y Paula Camus, han participado en la elaboración de un estudio que determina que el cambio climático modificará el oleaje, afectando al menos al 50% de las costas del mundo. La investigación recientemente publicada que aparece en la portada de la revista Nature Climate Change, revela que el aumento del nivel medio del mar no es la única variable marina que podría afectar a las costas.
Bajo el título ‘Robustness and uncertainties in global multivariate wind-wave climate projections’, este nuevo estudio aúna el trabajo de 10 centros de investigación, bajo la iniciativa internacional ‘Coordinated Ocean Wave Climate Project’ (COWCLIP), para la estimación de unas proyecciones de cambio climático del oleaje robustas, cuantificando por primera vez la incertidumbre introducida por las estrategias de modelización del oleaje.
Las salidas de los modelos climáticos, generados por decenas de centros internacionales, son la principal fuente de información para evaluar el posible efecto del cambio climático ante diferentes escenarios futuros. En el caso del oleaje, esta información no está disponible directamente en estos modelos, siendo necesaria la aplicación de una estrategia de modelización, principalmente a partir de las condiciones atmosféricas y de cobertura de hielo marino que si proporcionan estos modelos.
La estimación de los cambios futuros en el oleaje presenta una cascada de incertidumbres proveniente de diversas fuentes, desde distintos escenarios de emisión de gases efecto invernadero, diferentes modelos del clima, hasta diversos métodos de modelización del oleaje. Para poder obtener cambios consistentes y robustos en el clima del oleaje es necesario tener en cuenta el mayor número de posibles escenarios-modelos-métodos y analizar el grado de consenso en la señal y magnitud de cambio.
En este sentido, y aunque se han identificado diferencias entre diferentes estudios, el trabajo publicado concluye que, bajo las condiciones de calentamiento de 2 grados Celsius establecido en el acuerdo climático de París de 2015, los cambios en el oleaje detectados son de una magnitud menor a la variabilidad climática natural. Sin embargo, ante un escenario ‘bussines-as-usual’, en el que las políticas de emisiones de gases invernadero continúen en línea con las actuales, todos los estudios realizados coinciden en que se producirán cambios en el oleaje en el 50% de las costas del planeta.
Cambio del oleaje por regiones
Aunque el Cambio Climático afecta a todo el planeta globalmente, los patrones de cambio del oleaje varían por regiones. Los resultados de este estudio indican que, en menos del 5% de las costas, se espera un incremento positivo de la altura de ola (sur de Australia, y algunas zonas de las costas del Pacífico de América del Sur y Central). Por otro lado, en el 15% de las costas del mundo se espera una disminución de la altura de ola. En particular, el citado estudio muestra disminuciones de la altura de ola en el Atlántico Norte (de hasta un 10% en las costas atlánticas de Europa) y algunas regiones del Pacífico Norte. Esto es debido a un debilitamiento de los vientos del oeste en las latitudes medias del hemisferio norte, como consecuencia de una reducción del gradiente térmico debido a la amplificación ártica. Por otro lado, los incrementos significativos de la altura de ola se limitan al Pacífico Sur y la zona tropical del Este del Pacífico. En este caso, se debe a una intensificación y desplazamiento hacia los polos de los vientos del oeste en el hemisferio sur.
Además, las condiciones del oleaje no se deben evaluar solo por la altura de ola, su periodo y dirección de procedencia pueden jugar un papel fundamental a la hora de estimar impactos costeros. Por tanto, aunque haya zonas donde la altura de ola puede disminuir, un aumento del periodo puede producir mayor alcance de la lámina de agua en costa (asociado a eventos de inundación), y un giro del oleaje puede producir un cambio en el transporte litoral de sedimentos, con la consiguiente modificación de la línea de costa debido a erosiones/sedimentaciones.
El trabajo recientemente publicado describe que amplias regiones oceánicas pueden sufrir cambios en la altura de ola y periodo del 5-15%, y giros en la dirección del oleaje de 5-15 grados ante un escenario futuro en línea con las tendencias actuales. Aproximadamente, el 50% de la costa del mundo está en riesgo de cambios en el clima del oleaje, y se han detectado cambios robustos en al menos dos de las citadas variables en alrededor del 40% de la costa.
En cuanto a la fiabilidad de los resultados, este estudio ha permitido comprobar que no solo los diferentes resultados atmosféricos procedentes de distintos modelos climáticos son una fuente de incertidumbre, sino que la estrategia de modelización de las olas puede ser también importante (por ejemplo, en regiones tropicales). Además, los distintos escenarios de emisión también dan lugar a diferentes resultados de cambio regionales, por ejemplo, a lo largo de la costa europea.
Es importante resaltar que el oleaje modela la forma de nuestras playas, contribuye al ascenso del nivel del mar en un evento de inundación costera y puede condicionar el estado medioambiental de un ecosistema marino y el diseño funcional de una estructura de protección costera. Por tanto, evaluar el efecto del cambio climático sobre el oleaje es fundamental para proponer medidas efectivas de adaptación, además de profundizar en el conocimiento de la variabilidad del clima marítimo.