viernes. 22.11.2024

Los dos últimos frailes dominicos de la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga, en Torrelavega, se jubilan poniendo así fin a 48 años de presencia de esta Orden Religiosa en el barrio. Medio siglo en el que los distintos frailes que han pasado por esta parroquia no se han limitado exclusivamente a la labor pastoral, conviviendo con los vecinos de Campuzano y el barrio Covadonga a cuyo lado han estado en cuantas actividades culturales, sociales y vecinales se han organizado.

Para despedirles y agradecerles su labor durante estos años, la parroquia organizó este fin de semana un sencillo pero emotivo acto, marcado por las restricciones a las que obliga la pandemia, que contó con la presencia de Jesús Fernández, párroco emérito de La Virgen Grande de Torrelavega, y del responsable provincial de la Orden de los Dominicos, que se desplazó desde Madrid. De esta forma, las iglesias del barrio Covadonga y de Campuzano, una cesión del Obispado de Santander a la Orden Dominica, serán devueltas para que sean los sacerdotes los que, a partir de ahora, las atiendan, con sus 10.000 vecinos y 14 grupos de trabajo.

La jubilación de los frailes Fernando José Serrano (que se retira a las instalaciones de la Orden en Las Caldas) y Eugenio Martínez Valle (que se desplaza a León) pone el punto final a una larga presencia de esta Orden en el barrio Covadonga. Su marcha ya se anunció en 2011, cuando ambos cumplieron la edad preceptiva de retirada. Sin embargo, ante la movilización vecinal (se llegaron a reunir 5.000 firmas en apoyo a la continuidad de los religiosos dominicos en Covadonga y Campuzano), la dirección de la Orden aceptó prolongar su presencia en esta parroquia. 

Desde 1972 han pasado varios religiosos dominicos por Nuestra Señora de Covadonga, dejando una profunda huella en la población. Especialmente destacado fue el papel del fraile Juan José González, que falleció en el año 2010, todo un símbolo en el barrio por encabezar muchas de las reivindicaciones vecinales del barrio en su lucha por mejorar las condiciones de vida de los residentes.

 

ADIÓS DEFINITIVO A 48 AÑOS DE LOS DOMINICOS EN EL BARRIO COVADONGA