Como cada 25 de noviembre, el Consejo de la Mujer de Torrelavega ha manifestado su firme compromiso con la erradicación de la violencia contra las mujeres. En lo que llevamos de 2024, 40 mujeres han sido asesinadas por violencia de género. 1.283 mujeres desde el año 2003.
Os compartimos a continuación el mensaje del manifiesto que se ha leído esta mañana en la Plaza Mayor:
Según la macroencuesta de 2019 sobre violencia contra la mujer, el 14,2% de las mujeres en nuestro país, que suponen casi tres millones, ha sufrido violencia física y/o sexual de alguna pareja, actual o pasada, en algún momento de su vida. El 1,8% (374.175 mujeres) ha sufrido violencia física y/o sexual de alguna pareja, actual o pasada, en los últimos 12 meses. Y una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida.
Hoy en día 900 mujeres en Cantabria de las cuales 81 están en Torrelavega tienen medidas de protección. Pero no olvidemos que el número real de mujeres que se encuentran en situación de riesgo es mucho mayor porque aún hoy en día cientos de miles de mujeres que sufren violencia y no se atreven a denunciar. De las 40 mujeres asesinadas en 2024, tan sólo 9 habían presentado denuncia.
Unas cifras terribles e incompatibles con la democracia y que esconden las vidas truncadas de mujeres, de sus hijos e hijas, de sus familias y amistades.
Hoy estamos aquí para deciros que no estáis solas. A las medidas judiciales y recursos oficiales tenemos que conseguir el rechazo social hacia los agresores relegándoles al ostracismo y tratándoles como lo que son, delincuentes. Seamos conscientes de que el machismo mata.
Y es que, no nos podemos olvidar que durante muchos años la violencia de género se enmarcó en la esfera privada de la sociedad. Un espacio que pertenecía al ámbito privado de las familias y en el que se rechazaba cualquier intervención de los poderes públicos. Como consecuencia, la violencia de género ha sido invisibilizada y silenciada durante mucho tiempo atrapando en los ciclos de violencia machista a miles y miles de mujeres.
La violencia de género es la representación más extrema de la desigualdad que existe entre hombres y mujeres. Una violencia estructural que supone un atentado contra los derechos humanos que se sucede en todos los países del mundo. Hoy en día, no existe ninguna sociedad en el mundo libre de violencia de género. Queremos alzar la voz por todas las mujeres del mundo que no pueden hacerlo. Nos unimos para decirles que no están solas, que sus voces importan y que su dolor no será olvidado.
Este 28 de diciembre de 2024, España celebrará 20 años desde la aprobación de la Ley Integral de Lucha Contra la Violencia de Género. Se consiguió una reivindicación feminista histórica y por primera vez una ley marcó un cambio de paradigma respecto a la violencia de género al considerarla, de manera formal, una cuestión de Estado.
Reivindicamos en este 25 de noviembre la pronta renovación del Pacto de Estado que sume todas las voces en un mismo grito contra la violencia machista. Debemos seguir avanzando en este proceso de cambio social en el que nos encontramos y exigimos un cambio profundo y real, que empiece en nuestras casas, en nuestras comunidades, y que se expanda hasta alcanzar cada rincón de nuestra sociedad.
Para ello necesitamos:
Educación desde el corazón: Fomentar el respeto y la igualdad desde la infancia. La educación es la clave para romper el ciclo de la violencia. Debemos enseñar a nuestros hijos e hijas que el amor nunca hiere y que la diversidad es una fortaleza. La educación inclusiva, que respete y celebre las diferencias culturales, es esencial para construir un futuro más justo e igualitario.
Apoyo real y accesible: Demandamos recursos que brinden un abrazo cálido a quienes lo necesiten. Cada mujer merece un lugar seguro donde sanar y reconstruir su vida. No podemos permitir que el miedo sea un compañero constante en sus vidas. Debemos poner en manos de las mujeres que lo necesiten las herramientas que las permitan ser libres
Justicia que escuche y proteja: Queremos que nuestras leyes protejan y escuchen a las víctimas. La justicia debe ser un faro de esperanza, no un laberinto de obstáculos. Cada denuncia debe ser tratada con seriedad y respeto, y cada agresor debe enfrentar las consecuencias de sus actos.
En esta renovación debemos prestar especial atención a las mujeres del ámbito rural donde la violencia machista está más silenciada e invisibilizada, a las mujeres con discapacidad, las mujeres mayores, y otros colectivos de mujeres en situación de mayor vulnerabilidad ante la violencia
Este día es un recordatorio de las luchas que enfrentamos, pero también de la fuerza que encontramos en nuestra unión. Nos encontramos aquí para alzar nuestras voces, no solo en memoria de las mujeres que han sufrido, sino también en celebración de nuestra resiliencia y nuestra capacidad de cambio.
Y necesitamos estar unidas y unidos. Mujeres y hombres en un mismo camino. Porque necesitamos a los millones de hombres que nos acompañan en ésta reivindicación y en la lucha contra la violencia contra las mujeres.
Quedan muchas cosas por hacer, no es fácil el camino, pero nunca nos saldremos de él porque juntas, somos un torrente de cambio. Cada lágrima, cada risa, cada paso que damos nos acerca a un mundo donde la violencia no tenga cabida.
Por un futuro sin miedo, por un mundo lleno de amor y respeto. Este es nuestro momento. No dejemos que el silencio hable por nosotras. Alzamos nuestras voces, no solo por nosotras mismas, sino por todas las mujeres que han sido silenciadas.
Por todas ellas, ni un paso atrás.