El Gobierno de Cantabria ha decidido adelantar la hora de inicio del toque de queda a las 22.00 horas a partir de este sábado 14 de noviembre para frenar la expansión de coronavirus y reducir la presión hospitalaria y en las UCI
Una medida que se adopta, según ha explicado el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, a la vista de la "evolución de los datos" y del "informe de Sanidad" que así lo recomienda, con el objetivo de "preservar la salud de los cántabros" y con el deseo de que "puedan mejorar de cara a Navidad, para poder reducir un poco las restricciones" en esas fechas.
Y es que las últimas 24 horas siguen sin dar tregua. Hay 258 casos nuevos y dos fallecidos más, dos hombres de 87 y 90 años. Los ingresados son 197 y el único dato que se mantiene invariable es el de los hospitalizados en la UCI, que siguen siendo 35.
En esta nueva restricción horaria de la movilidad anunciada hoy no se incluye el cierre de la hostelería, que podrá seguir funcionando desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. Pero sin duda sigue siendo uno de los sectores más castigados. Revilla se ha comprometido a arbitrar un plan de ayudas para la hostelería y restauración, cuya partida inicial de 3 millones de euros se va a ver ampliada hasta los 10 millones, y ha asegurado que el Gobierno "estará a la altura" y "va a arbitrar soluciones" para compensar las pérdidas de los diferentes sectores.
Revilla ha aclarado que Cantabria "no es que esté de las peores ni mucho menos", pero si el ritmo de contagios sigue como en los últimos días "puede llegarse a colapsar el sistema sanitario".
