viernes. 29.03.2024

Un joven, varón, de 15 años, hijo único, con bajo rendimiento escolar y algún tipo de adicción. Es el perfil medio de los menores que ejercen violencia sobre sus padres. Así lo constata un informe de la Fundación Amigó sobre la violencia filioparental en España en 2018. Un problema que supuso el pasado año la apertura de 4.833 procedimientos, de ellos 61 aquí, en Cantabria.

Frente al aumento a nivel nacional de estos casos, en la región se redujeron un 34,4%, aunque para la Fundación Amigó, que en Torrelavega trabaja a través del Servicio de Orientación y Ayuda al Menor (SOAM) y la Casa de los Muchachos, se trata de un problema social en el que solo aflora entre un 10 y un 15% de los casos, los más graves, permaneciendo oculto el resto.

Para tratar de ayudar a las familias, la Fundación Amigó desarrolla en 8 ciudades españolas el Proyecto Conviviendo en Madrid, A Coruña, Vigo, Bilbao, Torrelavega, Valencia, Castellón y Alicante. Un recurso gratuito para familias que viven situaciones de conflicto y que tiene el objetivo de acompañarlas en la adquisición de las estrategias, herramientas y habilidades necesarias para afrontar la situación desde una perspectiva diferente. Un programa de apoyo que aquí en Torrelavega se presta en el centro con que cuenta en el número 13 de la calle Marqués de Santillana.

Tras analizar las diferentes memorias regionales de las Fiscalías de Menores de cada comunidad autónoma, los datos muestran resultados muy heterogéneos. Andalucía es la región donde se abren un mayor número de expedientes a menores por este tipo de delito (1034 durante 2018). Después encontramos Comunidad Valenciana con 832, Comunidad de Madrid con 686, 405 en Canarias y 358 en Cataluña. Durante 2018, se abrieron en Cantabria 61 delitos a menores por este motivo, un 34,4% menos, ya que en 2017 fueron 93.

“La violencia filio-parental se ha estabilizado en los últimos años en cuanto al número de denuncias. Hay que tener en cuenta que estos datos solo señalan las situaciones más graves, ya que existe una cifra negra que no se detecta porque no se llega a la denuncia. Por ello sigue siendo necesaria la labor de sensibilización y prevención que evite la instauración de la violencia en el ámbito familiar”, ha señalado Irene Gallego, psicóloga de Fundación Amigó. “Es de gran importancia dotar de las estrategias necesarias a las familias que sufren esta problemática. Un trabajo en red que aúne pautas, formación y conocimiento sobre esta alarmante problemática, disminuirá el estigma de las familias que lo viven”, añade.

Pautas educativas para progenitores

Con el objetivo de sensibilizar sobre esta situación, Fundación Amigó lanza una un decálogo de pautas para padres y madres para frenar la violencia filo-parental. Este decálogo es im­portante aplicarlo desde que los hijos e hijas son pequeños/as, porque favorecerán su correcta socialización y gira en torno a tres ejes fundamentales que para nosotros/as definen lo que significa educar y que debemos tener pre­sentes a la hora de acompañar a los hijos e hijas en su crecimiento y maduración, así como en su correcta socialización. Estos ejes complementarios que deben guiar las acciones de los referentes educativos son afecto, comunicación y disciplina.

Sobre Fundación Amigó

La Fundación Amigó es una entidad sin ánimo de lucro que desde 1996 trabaja para contribuir a la transformación social e individual de la infancia y juventud más vulnerable, ofreciendo oportunidades a jóvenes en riesgo o en situación de exclusión social, acompañando a jóvenes en su transición a la vida adulta y resolviendo los conflictos entre los adolescentes y sus familias.

Desarrolla su acción a través de 10 programas y más de 50 proyectos sociales y educativos. Entre sus ámbitos de actuación destacan la protección de la infancia y la adolescencia, intervención con menores en conflicto con la ley, prevención y participación, atención a la violencia filio-parental, emancipación y apoyo a la inserción socio-laboral, intervención en adicciones, sensibilización y cooperación internacional. Durante 2018 trabajaron con más de 20.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes en 7 países.

 

EXPEDIENTADOS 61 MENORES EN CANTABRIA POR MALTRATAR A SUS PROGENITORES