POR SAN BLAS, A LA MONTAÑA SUBIRÁS
La primera romería del año en Torrelavega arranca este viernes con el pregón de Gran Nogara y seguirá el domingo con la tradicional subida en albarcas
La que es la primera fiesta del año en Torrelavega, organizada de nuevo por un grupo de jóvenes de La Montaña que ha cogido el relevo de los mayores, arrancará este viernes 26 de enero a las ocho de la tarde con el pregón, que este año corre a cargo del transformista Gran
Nogara, con una actuación, una romería y un bingo. Es la 'primera cita' de unas fiestas "marcadas por la tradición, revitalizadas en los últimos años gracias a una comisión joven con un presupuesto modesto", ha destacado hoy durante la presentación del programa de actividades la concejal de Festejos, Patricia Portilla, quien no ha dudado en asegurar que las fiesta de San Blas en La Montaña son "el modelo de fiestas populares por excelencia".
Por su parte, Víctor Tresgallo y Marta Ruiz, integrantes de la comisión de Fiestas, han aprovechado la ocasión para “invitar” a todos a participar de las Fiestas de San Blas y acudir a la Subida en Albarcas con trajes regionales. También han insistido en el protagonismo que tendrán los más pequeños en las fiestas, en concreto los días 1 y 2 de febrero, a partir de las 18 horas. Unas actividades que se desarrollarán en el nuevo centro cívico del pueblo, inaugurado recientemente.
Así el domingo 28 será una de las citas importantes dentro de las fiestas de San Blas en La Montaña, con la tradicional subida en albarcas. Una marcha que cumple su décimosexta edición y que arrancará a las 11.00 de su punto habitual, el aparcamiento del centro comercial situado junto a la rotonda de Los Ochos en Sierrapando; no faltará la habitual parada en el mirador de Las Peñucas para reponer fuerzas. Misa y danzas completan la jornada.
Y el sábado 3 de febrero se celebrará el 'día grande', festividad del patrono San Blas, con misas a las 10 y 12 de la mañana, procesión y bendición de los pañuelos por parte del santo, al que se le atribuyen poderes para sanar los males de garganta; una tradición que cuenta con un gran número de devotos en toda la comarca.