LOS MAYORES DE RESIDENCIAS QUE PASEN LA NAVIDAD EN FAMILIA DEBERÁN ESTAR 7 DÍAS Y HACERSE UNA PRUEBA
El Gobierno de Cantabria comunica a los centros residenciales de personas mayores y discapacitados los requisitos de cara a la salida de sus usuarios estas próximas fiestas
Los residentes que pasen las próximas fiestas navideñas en el domicilio de sus familiares deberán permanecer como mínimo siete días y se exigirá prueba diagnóstica de infección aguda (PDIA) a su regreso.
Son algunas de las medidas recogidas en el protocolo de actuación frente al COVID-19 con motivo de las fiestas navideñas que las consejerías de Empleo y Políticas Sociales y de Sanidad han remitido hoy a los centros residenciales de atención a personas mayores, con discapacidad y/o en situación de dependencia, y del que ha informado el Ejecutivo en un comunicado.
Desde el Gobierno se insiste en que se deben mantener las medidas que han demostrado ser efectivas, como la limitación de los desplazamientos, la reducción del número de personas no convivientes en las reuniones y la recomendación de relacionarse en burbujas sociales formadas por grupos de convivencia estable, siempre que sea posible al aire libre o en espacios bien ventilados.
En ese sentido, además de seguir cumpliendo las medidas aprobadas en las distintas resoluciones nacionales y autonómicas, en el protocolo se especifica que las celebraciones navideñas en el centro residencial se realizarán dentro de cada grupo burbuja o unidad convivencial, manteniendo siempre las distancias de seguridad.
"Respetando en todo momento la libertad individual" de los residentes, la recomendación de Sanidad y de Políticas Sociales es que se deben evitar las salidas de los mayores y, de producirse, que no se acuda a celebraciones familiares que expongan al usuario a un contacto cercano en lugares cerrados donde se habla a un volumen alto y no se hace buen uso de la mascarilla o se realizan actividades donde es incompatible su uso continuo, como comer o beber.
Los mayores que decidan pasar las fiestas con sus familiares deberán ir a un único domicilio, donde se mantenga una burbuja de convivencia estable, por un periodo mínimo de siete días consecutivos y deberán realizarse una PDIA previamente al reingreso.
Además, el centro residencial extremará las medidas de vigilancia y prevención en los días posteriores al retorno.
En el caso de visitas de familiares dentro de las residencias, los encuentros deben realizarse siempre en entorno seguro y a ser posible bien ventilado, y preferentemente por parte de miembros que pertenezcan al mismo grupo de convivencia, limitándose al menor número posible de personas. Así, se recomienda la habilitación de espacios seguros en el exterior de los centros residenciales con las debidas medidas de protección.
Además, el protocolo también invita a promover e intensificar la comunicación de los residentes con sus familiares mediante el uso de medios audiovisuales.
Desde Sanidad y Políticas Sociales se insiste en la importancia de reforzar las medidas de prevención universales: uso de mascarilla todo el tiempo posible, lavado de manos frecuente, mantenimiento de la distancia física, maximizar la ventilación y las actividades al aire libre, con ventanas y puertas abiertas en la medida en que sea seguro y factible según la temperatura.
Además, se insiste en minimizar el número de contactos, así como la obligatoriedad de aislarse si hay síntomas, si nos encontramos con una persona positiva o que es contacto estrecho con un positivo.