"LAS COMIDAS Y CENAS DE NAVIDAD PUEDEN SUPONER ESTAR EN LA UCI EN REYES"

UCI de Valdecilla (Somos Valdecilla)

Uno de cada cinco pacientes ingresados por Coronavirus precisa UCI y ahora mismo las camas de Cuidados Intensivos ocupadas equivalen a las que, en circunstancias normales, necesita la región para atender otras patologías

Aumentan en Cantabria los brotes y contagios de coronavirus en las actividades en el exterior, en la calle, tanto por encuentros en terrazas o en salidas, por ejemplo, al monte en rutas que hacen grupos y que terminan comiendo todos juntos, incluso compartiendo comidas. Así lo advierte Salud pública, quien ha vuelto hoy a hacer un llamamiento a que el contacto social se limite a la "burbuja de convivencia".

Y es que la disminución de los contagios en Cantabria es lenta, lo que "prolongará en el tiempo la duración de las medidas de restricción impuestas", ha advertido la directora general de Salud Pública, Paloma Navas.

Es el resumen de la información facilitada por Sanidad, que ha indicado que los municipios cuya situación epidemiológica más preocupa son, aquí en la comarca del Besaya, Los Corrales de Buelna con 101 casos, Cabezón de la Sal con 67 y Cartes con 54, a cuyos vecinos se pide que extremen las medidas de prevención.

Además, y como norma general y de cara a estas próximas fiestas de Navidad, la recomendación es que las reuniones se limiten, única y exclusivamente, al núcleo familiar de convivientes, y que se eviten las tradicionales comidas y cenas de amigos y empresas, ya que Sanidad advierte que "una comida o cena de Navidad puede significar estar en la UCI en Reyes".

Y es que Cantabria tiene a día de hoy un total de 34 pacientes con COVID-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), lo que implica un nivel de riesgo aún muy alto. De hecho, ahora mismo están ocupadas en la región el equivalente a todas las camas UCI que son necesarias para atender otras patologías en circunstancias normales (entre 30 y 40). Uno de cada cinco pacientes ingresados con coronavirus precisa UCI debido a su extrema gravedad.

Un dato crítico que indica que “no debemos bajar la guardia y hay que seguir insistiendo en las medidas de responsabilidad individual y colectiva” para evitar el colapso de los servicios sanitarios. El sistema sanitario de Cantabria está preparado para dar respuesta a las necesidades de los pacientes con coronavirus, pero debemos permanecer alerta “porque el nivel de alarma y preocupación en los centros sanitarios es muy alto”.

La directora general de Salud Pública, Paloma Navas, y el subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Trinitario Pina, han detallado los últimos datos sobre la evolución de la pandemia en Cantabria que “si bien pueden inducir una leve mejora, la situación sigue siendo de nivel 4, es decir, riesgo muy alto”.

Respecto al resto de datos, Pina ha avanzado que la semana pasada se cerró con 1.313 casos nuevos en Cantabria. La cifra de casos activos se sitúa, según los datos cerrados de ayer, en 4.151 y, tal y como ha apuntado el subdirector, llevamos tres semanas realizando una media de 13.000 test de detección “el número máximo contabilizado hasta ahora”. De hecho, en la última semana, se han llevado a cabo 14.717 test a 14.140 personas.

Características de los casos positivos

En detalle, el 62% de los casos positivos están entre los 15 y los 60 años de edad y el 25% son mayores de 60 años. La edad media es de 43 años y la distribución por sexos es un 47% de varones frente a un 53% de mujeres. Además, la incidencia acumulada de los últimos 14 días es, actualmente, de 445 casos por 100.000 habitantes.

Respecto a los datos de hospitalización, la semana pasada finalizó con 184 personas hospitalizadas, el 62,5% varones (115) y un 37,5% mujeres (69) y la media de edad se situó en torno a los 75 años. El 77% de los casos ingresó por neumonía.

Incremento de brotes en exterior

Por su parte, Paloma Navas ha insistido en alertar del aumento de contagios en el exterior. “Que haya más riesgo en el interior no significa bajar la guardia fuera”. Los exteriores no dan inmunidad, no hay riesgo cero. Lo único que disminuye el riesgo es la distancia social de al menos un metro y medio, el uso de mascarilla y la higiene de manos, también en espacios abiertos, ha añadido.

Como ejemplo, ha citado dos brotes recientes en exteriores. El primero con origen en dos personas que reúnen en una terraza, se infectan y llevan la infección no sólo a sus domicilios sino a los de otros familiares. El resultado son 7 domicilios contagiados, 13 casos positivos y 24 personas cuarentenadas. El otro, fruto de una ruta de senderismo que, además de quebrantar la recomendación de tamaño al ser 11 los senderistas, comparten comida en la excursión. Uno de los senderistas ha ocasionado 5 positivos y 83 personas en cuarentena.

Navas ha insistido en que “muchas personas están infectadas e infectando sin saberlo porque no tienen síntomas” y “no podemos bajar la guardia”. Es importante, ha incidido, limitar el contacto social a nuestra burbuja de convivencia porque si “alguien rompe la burbuja y mantiene relación sin protección con otra persona, toda su burbuja está en riesgo”.

Elevado contacto social

Sigue existiendo un elevado contacto social que no a disminuye la velocidad necesaria para poder doblegar la curva”. Según Navas, cuanto más tardemos en bajar la incidencia más prolongaremos la agonía de las “duras medidas” para todos los sectores que se han puesto en marcha, por lo que es fundamental mantener las distancias y limitar el contacto social a los convivientes.

En este sentido, ha querido precisar que las terrazas son espacios cubiertos lateralmente por un máximo de dos paredes, muros o paramentos. Todo lo demás, no son terrazas y no son seguras, por lo que no debemos quitarnos las mascarillas.

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