LA HOSTELERÍA "HARTA Y HASTA LAS NARICES" ADVIERTE QUE PODRÍA NO SER CAPAZ DE PAGAR LOS IMPUESTOS
Ante las nuevas restricciones que entran en vigor esta medianoche y que limitan el negocio a las terrazas, piden un plan de rescate
"Estamos hartos y hasta las narices". Así afirman estar los hosteleros cántabros tras el anuncio de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno de Cantabria para frenar los contagios, que entrarán en vigor la medianoche de este viernes y que prohíben el funcionamiento de la hostelería en el interior de los locales, pudiendo atender únicamente en terrazas. Ante este nuevo escenario, el sector reclama un plan de rescate y advierte: "nos planteamos la imposibilidad de que el sector haga frente a las obligaciones fiscales, algo que tendrá que ser comprendido por la administración".
Así lo ha señalado el presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Ángel Cuevas, quien ha denunciado el "ataque constante e injustificado" al sector y ha anunciado un nuevo recurso (el cuarto desde que empezó la pandemia) contra las últimas medidas del Ejecutivo cántabro. Y es que a juicio de estos empresarios las medidas "duras y desproporcionadas" que se están adoptado "pueden ser hasta inconstitucionales», fruto dicen de una "improvisada y errática" actuación del PRC-PSOE.
"Es un cierre encubierto, porque no podemos trabajar", se ha quejado la asociación que engloba a estos profesionales, que pide ayudas no para cubrir beneficios, sino los "gastos reales", y que son superiores a "la paga" de 500 euros prevista por el Ejecutivo. Consideran estos cheques "una mala broma", pues "no dan para absolutamente nada", ya que ese montante equivale a las pérdidas diarias que afrontan unos 2.000 locales de los 6.500 que hay en la región.
Respecto a los contagios, Cuevas ha negado que el sector sea "el foco" de los mismos, pues según el Ministerio de Sanidad en este ámbito se están registrando el 0,9% del total y el 3,5% en lo que va de pandemia. En este punto, el portavoz del colectivo cántabro ha destacado que la hostelería de Barcelona lleva más de 20 días cerrada pese a lo cual los contagios se han multiplicado por cinco. Frente a ello, en Madrid están abiertos los locales pero la curva del Covid está bajando.
Ante esto, el presidente de la AEHC ha pedido explicaciones y se ha preguntado por qué no se cierran fábricas, bancos o el transporte público, pues se están "imputando" a los hosteleros positivos de coronavirus que la administración "no sabe a quién colocárselos", y esto se acompaña de medidas que en Cantabria son "especialmente lesivas".
Y por otro lado, a los ayuntamientos la AEHC les pide que no aplacen ni rebajen impuestos a los hosteleros, pues necesitan un "corte total" de los mismos. En todo caso, instan a los consistorios a que enseñen sus "cartas" y en el plazo de 15 días les digan qué van a hacer este año y también el próximo.