EL NEGOCIO DE FIBRA DE SNIACE CRECIÓ EN 2018 UN 53%, PERO SIGUE EN PÉRDIDAS
La compañía cerró el pasado año con 4,9 millones de pérdidas, al no estar aún la línea de viscosa al 100%, aumentar el coste de la factura energética y caer los ingresos de la celulosa
El grupo Sniace alcanzó durante el pasado año una cifra de negocio de 67,5 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 53% respecto al ejercicio anterior, en su mayor parte gracias a la fibra viscosa, cuya fabricación arrancó en diciembre de 2017, y que durante 2018 generó 14,7 millones de euros. Una mejoría de la cifra de negocio también influenciada por el aumento de la facturación en el segmento energía, con 25,5 millones de euros.
Sin embargo, a pesar de estos datos positivos, la compañía cerró 2018 con un resultado negativo de 4,9 millones de euros, frente a los 3,7 millones del año anterior, un mal resultado que la compañía achaca a los gastos asociados a la puesta en marcha de la nueva línea de fibra viscosa -que aún no está al 100 % y que no ha logrado el objetivo de calidad previsto- y al aumento del coste de la factura energética, dada las necesidades de la planta de fibra
Además, tal y como explica la empresa en un comunicado, los ingresos de la celulosa se han reducido de 31,4 millones de euros a 24,1 millones al priorizar su empleo en la fabricación de fibra viscosa frente a la venta al exterior.
Sniace ha avanzado que está enfocando sus esfuerzos hacia el incremento de producción de la planta de viscosa, que ahora opera a menos del 75 % de su capacidad, y la mejora de la calidad. Y es que después de casi cinco años parada, la compañía ha explicado que al reanudar su actividad se encontró con que los estándares de calidad habían aumentado de forma considerable, por lo que hubo de iniciar un proceso de mejora casi continua de sus instalaciones.
Para este ejercicio 2019, Sniace espera llegar a esos nuevos estándares de calidad exigidos, así como un buen comportamiento de la demanda fundamentado en la nueva capacidad productiva de fibra viscosa en China y las homologaciones de la fibra en Estados Unidos.