EL COMITÉ DE SNIACE TACHA DE "DISPARATADA E INCOMPRENSIBLE" EL CIERRE Y LIQUIDACIÓN DE LA EMPRESA

El comité de Sniace tacha de "disparatada" e incomprensible" la decisión adoptada por el consejo de administración de anunciar el cierre de la empresa y la liquidación de la sociedad (Sniace, Celltech y Viscocel), al considerar que coloca a la sociedad "en un callejón sin salida" y pone en peligro más de 600 empleos en Torrelavega, de ellos 400 directos. Además, el Comité culpa de esa decisión al máximo accionista de Sniace, Sabino García Vallina, presidente y fundador del grupo asturiano de ingeniería TSK, porque la liquidación "son palabras mayores" que "dejan muy escaso margen de maniobra" para poder evitar la desaparición de la empresa.

El cierre de la fábrica y la liquidación de la Sociedad fue comunicada este jueves por Sniace a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, justificada en la "imposibilidad de hacer frente a los compromisos de pago derivados del convenio de acreedores", en un escrito en el que anuncia que este mismo viernes 14 de febrero solicitará al juzgado la liquidación de la sociedad de conformidad con la Ley Concursal.

El comité de Sniace conoció la decisión del consejo de administración a última hora de la tarde de este jueves durante una reunión con la presidenta de la sociedad, Gema Díaz Real, tras lo cual se celebró una asamblea urgente de trabajadores para valorar la situación, a la que asistieron unos 150 empleados.

El secretario del comité, Francisco Plaza, ha asegurado ante la asamblea que la decisión de liquidar la empresa supone "un mazazo" para la plantilla que todavía no se había recuperado de la anterior crisis, la de 2013, en la que Sniace entró en un proceso concursal que se saldó con la reapertura de las fábricas en 2016.

Según ha explicado, Díaz Real justificó la medida porque no hay inversores interesados en aportar capital a Sniace ante la inminente entrada en vigor del nuevo decreto a la cogeneración decretados por el Gobierno central (que recorta en un 40% las ayudas), lo que dejaría a la empresa en una situación inasumible para poder hacer frente a nuevas inversiones y los gastos del anterior concurso.

Plaza ha asegurado que el comité no se esperaba la decisión de liquidar la empresa, máxime cuando durante los últimos años se han hecho "importantes inversiones" en mejora de maquinaria y también en lanzar nuevos productos al mercado. Por todo ello, ha avanzado que los sindicatos esperarán el desarrollo de los acontecimientos en los próximos días para decidir que hacer, sin que se descarte convocar algún tipo de movilización para "apurar todas las posibilidades" de salvar la empresa.

En este sentido, ha asegurado que la plantilla "no se merece" la decisión adoptada por el consejo de administración, máxime tras los "sacrificios" que sufrió durante la crisis de 2013, segunda que pasó la empresa tras la remontada hace 25 años.

A su vez, Díaz Real ha comunicado al comité que mañana, viernes, la dirección solicitará al juzgado su liquidación, así como la de sus filiales, por no poder hacer frente a los compromisos de pago con sus acreedores. A la vez, mañana reunirá a los directores de las distintas fábricas para ir programando la parada de las distintas líneas de producción, proceso que se podría extender entre 20 y 25 días.

Una situación que se produce el mismo día en que la Bolsa decidía suspender de cotización las acciones de Sniace por considerar que "concurren circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones bursátiles". Y es que ayer miércoles la empresa comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el próximo 29 de febrero se quedará sin suministro de gas natural para su planta de cogeneración, al decidir Cogen poner fin de forma anticipada al contrato de arrendamiento y mantenimiento de las dos equipos de turbogeneradores, alegando pérdidas derivadas de la gestión de la planta de cogeneración y, fundamentalmente, por la inminente entrada en vigor de los nuevos parámetros retributivos para la producción de energía eléctrica del Ministerio de transición Ecológica. Una pérdidas que Cogen estima en más de 9 millones de euros para este mismo año.