El Gobierno de Cantabria ha presentado hoy como solución al problema de accesibilidad que actualmente presenta el puerto de Suances la prolongación del espigón Oeste de la ría en torno a 250 metros más, lo que permitiría reducir la altura de la ola en la zona de la barra un 60 por ciento y facilitaría las maniobras de entrada de las embarcaciones. Además, esta alternativa aportaría también mayor seguridad a la playa de La Concha, al reducir la fuerza de las olas.
Es la opción que plantea el Instituto de Hidráulica Ambiental (IH Cantabria) como medida para resolver el histórico problema que existe en el acceso al puerto de Suances y que hoy ha dado a conocer el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, una vez obtenidos los resultados del estudio encargado por la Consejería de Obras Públicas. Un acto celebrado en Suances que ha contado con la presencia del alcalde Andrés Ruiz Moya; el consejero de Obras Públicas, José María Mazón, y el director general de Obras Públicas, JOsé Luis Gochicoa, encargado de explicar los datos técnicos a los marineros, patrones y pescadores de la Cofradía 'Nuestra Señora del Carmen' que han acudido.
Según ha explicado el presidente, el IH Cantabria considera que ésta es “la mejor solución” para garantizar la seguridad de los barcos y las personas, y “la de menor impacto ambiental”, por lo que el Gobierno de Cantabria estudiará ahora la fórmula para intentar llevarla a cabo y cumplirá con su parte, en todo lo referido a la preparación de estudios y documentos previos que sean necesarios para ponerlo en marcha. "El objetivo que nos marcamos es completar toda la tramitación en un año", ha señalado.
Revilla ha hecho hincapié en la necesidad que tiene Suances de solventar este problema “histórico” de los pescadores locales y su voluntad de hacerlo “cuando sea posible”. Asimismo, ha valorado el “lujo” que para Cantabria supone disponer de un centro como el Instituto de Hidráulica, considerado recientemente como ‘proyecto emblemático’ de España por parte de la Unión Europea y donde trabajan cerca de 150 investigadores de “altísima cualificación”.
Por su parte, José María Mazón ha informado sobre los pasos a seguir tras la elección de la opción más favorable para mejorar el acceso a la bocana de Suances, por lo que ahora hay que poner en marchar los estudios de sedimentos y de impacto ambiental para preparar el anteproyecto y someterlo a información pública, unos procedimientos habituales en este tipo de actuaciones.
Demanda histórica
La búsqueda de una solución en la ría de Suances que permita acceder al puerto deportivo y pesquero de la villa en condiciones de seguridad es una demanda histórica de Suances, sobre todo de los pescadores. Según ha informado el director general de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, el acceso al puerto entraña una serie de riesgos por la poca profundidad de la zona y por la fuerza del oleaje.
Por ello, y a pesar de que han sido varias las alternativas estudiadas para evitar la formación de la barra de arena, el Gobierno de Cantabria decidió encargar un estudio “en profundidad” al IH Cantabria, quienes reprodujeron un modelo físico a escala dela zona, para analizar la situación actual y estudiar dos posibles alternativas. Una de ellas consistía en la construcción de un dique sumergido, mientras que la otra alternativa pasaba por alargar el espigón oeste de la ría, con el fin de proteger a las embarcaciones del oleaje.
Tal y como ha explicado Gochicoa, la prolongación del espigón oeste, con una ligera curva, permitirá reducir la ola “facilitando el acceso de los barcos” y consiguiendo unas condiciones de navegabilidad “mucho más seguras”, de ahí que sea “la mejor opción” dados los resultados positivos que arroja el estudio de detalle.
Dragado
Por otro lado, Miguel Ángel Revilla ha aprovechado su presencia en Suances para inaugurar las obras de dragado acometidas durante los últimos siete meses por la empresa OHL en la dársena del puerto, que han supuesto una inversión del Gobierno superior a los 800.000 euros y favorecen la navegabilidad de las embarcaciones por la zona en condiciones de seguridad. Unos trabajos en los que se han extraído un total de 16.950 metros cúbicos de sedimentos, depositados posteriormente en el vertedero terrestre de residuos no peligrosos de Castañeda.
